Suelo pélvico, ese cada vez menos desconocido

Afortunadamente, cada vez con mayor frecuencia, oímos hablar del suelo pélvico, o conocemos a alguna amiga que tras dar a luz decide hacer ejercicios para rehabilitar el mismo.

Pero, ¿sabemos realmente qué es el suelo pélvico? Seguramente la mayoría de vosotras no sepáis qué es exactamente; pues bien, el suelo pélvico es un conjunto de músculos, que están tapizando la parte inferior de la pelvis, formando una capa más interna y otra más superficial. Además éste está rodeando los esfínteres de la uretra y del ano, llevando a cabo una de sus funciones más importantes, la de continencia.

¿Cuáles son las funciones del suelo pélvico?

  • CONTINENCIA  de orina, heces y gases
  • SOSTÉN, el suelo pélvico está dando soporte a todos los órganos de la pelvis: vejiga, útero, uretra, recto y ano.
  • REPRODUCTORA, durante el momento del parto, cuando el bebé está atravesando el canal del parto
  • SEXUAL, estando implicado en la sensibilidad de la mujer, la facilidad para llegar al orgasmo, permitir la penetración… En esta función no sólo está implicada la musculatura del suelo pélvico, son también importantes aspectos hormonales, circulatorios, neurológicos, psicológicos… Pero no podemos olvidarnos de la musculatura.

Tenemos que saber que el suelo pélvico no trabaja de forma aislada, si no que necesita la colaboración y coordinación del diafragma, la musculatura abdominal y la columna lumbar.

Ahora que tenemos más o menos ubicado el suelo pélvico, en qué está implicado y con quién trabaja, puede que nos surjan una serie de dudas: ¿debería hacerme una valoración del suelo pélvico? ¿Estará funcionando correctamente mi suelo pélvico?

Para responder a estas preguntas, debemos conocer primero cuales son las causas por las que mi musculatura pélvica puede debilitarse o sufrir algún daño. Al igual que cualquier otra parte de nuestro cuerpo, el suelo pélvico va a verse afectado por la edad y el paso del tiempo, debilitándolo y favoreciendo al prolapso de distintos órganos pélvicos. Además la inactividad y las hormonas juegan un papel importante en la debilidad de éste. Tenemos que prestarle especial atención durante el embarazo y el posparto, la lactancia y la menopausia.

Además de estas causas, existen otros factores que aumentan la presión sobre el suelo pélvico, y por tanto favorecen su disfunción. Estos factores son el estreñimiento, la carga reiterada de grandes cantidades de peso, tos prolongada o estornudos (que aumentan la presión sobre dicha musculatura), sobrepeso y obesidad, malas posturas, ejercicios hiperpresivos y de impacto (correr, saltar, abdominales tradicionales…) y uso de ropa muy ajustada y de tacones de forma habitual.

En conclusión, sería una buena idea que revisases tu suelo pélvico si estás o piensas quedarte embarazada, así como si has dado a luz recientemente, tanto si el parto ha sido vaginal o instrumental. Además, si empiezas a sufrir pérdidas de orina, o sientes que tienes que ir al baño con urgencia; tienes síntomas como dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia), sensación de pesadez en la zona pélvica, o practicas con relativa frecuencia deportes como el running, aeróbic o cualquier otro deporte que implique impacto; deberías valorar la opción de visitar a un fisio experto en esta materia.

Y vosotras, ¿habíais oído antes hablar del suelo pélvico? ¿Tenéis alguno de estos síntomas? Os leo en los comentarios 😉