Varices y piernas cansadas

En nuestros días, cada vez son más habituales los síntomas de piernas cansadas, hinchadas, pesadez de piernas, sensación de calambres… sobre todo dentro del sexo femenino. Estos síntomas van a estar causados principalmente por las super conocidas varices.

Pero, ¿sabemos exactamente que son las varices?

Para saber exactamente qué es lo que tengo cuando me han diagnosticado varices, necesitamos una breve explicación anatómica sobre el sistema circulatorio:

La sangre sale del corazón por la arteria aorta, y ésta se va a ir ramificando en infinidad de arterias, cada vez más pequeñitas, que van a llevar la sangre a todos los órganos y tejidos de nuestro cuerpo. Una vez que las células de estos órganos han tomado todo lo que les interesa de la sangre, devuelven la sangre sucia, para limpiarla, a las venas.

Es decir, las arterias llegan con sangre limpia a los órganos, y las venas salen de éstos con la sangre sucia. Ésto hace que las venas transporten la sangre en contra de la gravedad (imaginemos una vena en un gemelo que tiene que llegar al corazón: la sangre circula en contra de la gravedad).

Para evitar que el flujo sanguíneo vaya en dirección contraria a la que nos interesa, las venas tienen unas válvulas que se van a cerrar, evitando así que la sangre vaya en sentido contrario y se acumule en las partes más distales de nuestro cuerpo, como los tobillos y los pies.

Pues bien, una variz es una vena cuyas válvulas han perdido elasticidad y, por tanto, no se cierran bien, favoreciendo que la sangre retroceda y se acumule en estos puntos más inferiores

Por lo tanto, una variz va a ser una vena hinchada y dilatada, con un color azulado o morado por esa acumulación sanguínea.

Existen ciertos factores que van a hacer que seamos más propensos a padecer esta incómoda patología:

  • La edad: a medida que cumplimos años, vamos perdiendo elasticidad en las venas, lo que favorece que éstas se dilaten
  • Sexo femenino, debido a factores hormonales, las mujeres tenemos muchas más posibilidades de padecer varices y problemas circulatorios
  • Embarazo, al igual que en el caso anterior, debido a ciertos cambios hormonales. Además, como consecuencia del crecimiento de la tripa, se comprimen los gángleos linfáticos de las ingles, dificultando aún más la circulación sanguínea y linfática
  • Sobrepeso, sedentarismo, malos hábitos alimenticios…
  • Pasar muchas horas de pie
  • Abuso en el uso de tacones o zapatos muy estrechos que compriman el pie y dificulten el retorno venoso
  • El calor, porque ya de por sí dilata las venas

Como se puede ver, existen factores en los que nosotros podemos influir: evitar el sobrepeso y hacer deporte, llevar una vida sana con una buena alimentación y un consumo suficiente de agua, usar medias compresivas si en mi trabajo voy a tener que estar sí o sí de pie, tratar de llevar un calzado adecuado…

Tenemos además algunos remedios que podemos hacer en casa para ayudar a mejorar esta sensación de piernas pesadas cuando aparece al final del día:

  • Darnos con la alcachofa de la ducha con agua fría por toda la pierna, haciendo hincapié en la zona de los gemelos y del hueco poplíteo (parte de detrás de la rodilla)
  • Descansar elevando las piernas. Dormir boca arriba con un cojín debajo de los pies, para que las piernas queden elevadas por encima del nivel del corazón
  • Cuando estemos sentados descansando, por ejemplo viendo la tele, poner los pies en alto y hacer un movimiento de flexoextensión de tobillos (llevando los dedos de los pies hacia la cara y luego hacia punta de bailarina)
  • Darnos un pequeño masaje para aliviar esa sensación en pies y piernas

Si no es suficiente, desde la Fisioterapia podemos ayudar a mejorar estos síntomas con masajes circulatorios y linfáticos. En ellos, vamos a realzar unas técnicas específicas y no peligrosas, para ayudar a mejorar la circulación y así descongestionar la vena.

Así que, si sueles tener este tipo de sintomatología, no lo dudes y consulta a tu fisio de confianza.

Latigazo cervical

¿Qué es y cómo se suele producir?

El latigazo o esguince cervical es una lesión relativamente frecuente en nuestra sociedad hoy en día. La causa principal es un impacto posterior con vehículo. Pero también puede estar causado por la práctica de ciertos deportes, como las artes marciales; o actividades lúdicas y recreativas, como los coches de choque.

Como podemos ver, son prácticas relativamente frecuentes las que pueden acabar ocasionando un esguince cervical. Por tanto, vamos a empezar definiendo qué es exactamente el esguince cervical y porqué todas estas prácticas pueden acabar produciendo dicha lesión.

A nivel anatómico y fisiológico…

El esguince o latigazo cervical, también conocido como whiplash, es una lesión de los tejidos del cuello (musculatura, ligamentos, cápsula articular, discos intervertabrales…) producida por un movimiento brusco de aceleración-desaceleración de la cabeza.

Durante estos movimientos el cuello hace en primer lugar un movimiento de hiperextensión (la nuca va hacia atrás), seguido de una rápida hiperflexión (la barbilla va hacia el pecho) para contrarrestar dicho movimiento.

Estos movimientos ya de por sí son relativamente lesivos, porque sobrepasan el rango articular fisiológico. Pero además ocurren en un intervalo de tiempo muy corto y de manera repentina, sin que al cuerpo le de tiempo a «prepararse» para llevar a cabo dicho movimiento.

Como he mencionado anteriormente, la causa principal de dicha lesión es un golpe por detrás con el coche.

Pero no tenemos que pensar únicamente en un accidente a alta velocidad, o muy violento. Nosotros podemos estar con el coche parado, la persona que viene conduciendo detrás no llevar una velocidad excesiva, y si tenemos un impacto, seguramente vamos a tener la lesión. Esto se debe a que nuestro peso corporal va a ser mínimo comparado con la energía que va a generar el vehículo de detrás, y por tanto, nuestro cuerpo va a absorber toda esa energía cinética.

Ahora que ya sabemos lo qué es el esguince cervical, y porqué está originado, vamos a explicar cuáles son los principales síntomas.

Como casi todas las lesiones se va a clasificar en grados, según su gravedad, que irán desde una leve molestia y contractura muscular en los casos más leves, hasta lesiones de desgarro de los discos intervertebrales y fracturas vertebrales en los casos más graves.

  • Principalmente, en un alto porcentaje de los pacientes, vamos a encontrar dolor muscular, asociado a contractura de defensa. Como el cuello hace esos movimientos tan bruscos y sin previo aviso, la musculatura de alrededor se contractura para intentar frenar dichos movimientos. La musculatura que va a verse afectada es la de la zona posterior (trapecio, suboccipitales y angular del omoplato) y la de la zona anterior (escalenos y esternocleidomastoideo).
  • Además de dolor de la musculatura, podemos tener limitación en los movimientos del cuello, asociado tanto al dolor como al espasmo muscular.
  • Cefaleas o dolores de cabeza por la rigidez muscular.
  • En casos un poquito más graves, o que se hayan empezado a cronificar, además de dolor de cabeza, el paciente puede empezar a sentir mareos y vértigos, pitidos en los oídos, dolor irradiado a la zona de la mandíbula, o incluso dolor, hormigueo y pérdida de fuerza en los brazos.

¿Existe tratamiento para esta sintomatología? Por supuesto que sí.

Es importante acudir inicialmente al servicio de urgencias para que nos realicen una correcta exploración y valoración, aunque no nos sintamos mal, porque hay un periodo de latencia de unas 6-8 horas y los síntomas pueden aparecer después.

El tratamiento médico consistirá seguramente en analgésicos y antiinflamatorios, los cuales pueden ser muy útiles en los primeros días. Sin embargo, será primordial hacer una visitilla al fisio, pasados un par de días, para que no se cronifiquen las lesiones.

Desde la Fisioterapia y la Osteopatía vamos a poder ayudarte a controlar el dolor de la musculatura con técnicas de masaje, movilización, estiramiento… para intentar que desaparezcan el espasmo y la contractura muscular. Esto ayudará además a recuperar movilidad.

Así mismo, el tratamiento precoz ayudará a que no empiecen a aparecer síntomas como mareos o pitidos de oído, característicos de cuando la lesión comienza a cronificarse. 

Hay que tener en cuenta, que en algunos casos, sobre todo si el impacto ha sido relativamente violento, o ya existían lesiones previas; la curva de la zona cervical va a desaparecer, quedando ésta recta, y apareciendo una rectificación cervical.

Este tipo de lesión es fija, es decir, no vamos a poder devolverle al cuello su curva lordótica fisiológica. En estos casos, la sintomatología puede perdurar y ser más intensa, y sobre todo, si no se trata, no va a desaparecer nunca e irá en aumento. Por lo tanto, en estos casos es imprescindible el tratamiento fisioterapéutico.

Si éste es vuestro caso, no tenéis que llevaros las manos a la cabeza pensando que vais a vivir siempre con dolor, mareos, etc. Pero sí tenéis que considerar, que tendréis que cuidaros mucho más el cuello, y muy probablemente, hacer alguna que otra sesión de revisión cada cierto tiempo.

Así que, si sufres un impacto de este tipo, y tienes alguno de estos síntomas no lo dudes y pide cita con tu fisio. Vamos a poder serte de gran ayuda.

 

Hernias discales

Seguramente has oído a algún familiar o amigo, o puede que hayas sido tú, él que, al ir al médico, y descubrir que tienes una hernia discal, te planteas si tienes que pasar necesariamente por el quirófano.

En este post vamos a intentar aclarar un poco las principales dudas, definiendo qué es la hernia discal, qué sintomatología puede causar y sus posibles tratamientos.

Para saber qué es exactamente una hernia discal, tenemos primero que conocer un poquito de anatomía de la columna vertebral.

Entre vértebra y vértebra tenemos un disco intervertebral, una especie de cojín, que entre muchas otras cosas, facilita el movimiento de una vértebra con respecto a otra, evita que haya rozamientos entre las mismas, etc.

Este disco intervertebral está formado por dos elementos principales: un anillo fibroso, en la parte más periférica y de consistencia más dura; y un núcleo pulposo, en el interior del anillo, y más gelatinoso.

Con el paso del tiempo, y según vamos cumpliendo años, el anillo intervertebral se va «desgastando», llegando a perder su continuidad y «saliéndose» una parte del núcleo hacia el exterior del disco. Esta salida o escape del núcleo pulposo hacia fuera del disco intervertebral, es una hernia discal.

Por otro lado, en el interior de la columna vertebral, tenemos la médula, de la cuál salen los nervios que van a llevar y recoger información de las distintas partes del cuerpo. Los nervios salen de la columna a través de unos pequeños agujeros que se forman entre las vértebras, que se encuentran muy cerca a los discos intervertebrales.

Por tanto, ¿una hernia duele? 

La respuesta es NO. Una hernia discal por si sola no duele. Si el núcleo al salirse no está presionando ninguna estructura, no duele.

¿Por qué hay personas que les duele cuando tienen una hernia? Si al herniarse el núcleo, éste presiona o toca una parte del nervio va a producir dolor.

Sin embargo…

Hay que tener en cuenta que el nervio puede estar comprimido o pinzado por otras estructuras anatómicas como una contractura muscular, quedar pinzado entre dos vértebras, etc.

Por lo tanto, ya sabemos que las hernias por sí mismas no van a producir dolor, que este dolor está provocado por la compresión de una raíz nerviosa, pero que ésta no siempre va a estar comprimida por una hernia.

Os preguntareis entonces, ¿puedo saber si el dolor que tengo está provocado por la hernia o por otra causa? ¿Si me opero, sí o sí se va a solucionar mi dolor? 

Para la primera pregunta, la respuesta parece obvia, si tengo dolor y me diagnostican, mediante una radiografía o una resonancia, una hernia, mi dolor va a estar provocado por la hernia y tras pasar por quirófano va a mejorar. Esto no es tan simple, podemos tener dolor, una hernia, y que éste no esté siendo causado por la hernia. Por tanto no hay un diagnóstico fiable y 100% seguro que me garantice que el dolor está siendo causado por la hernia.

¿Debería entonces operarme? Mi respuesta, salvo que se trate de un tipo de hernia más grave, que recibe el nombre de hernia de secuestro, es que intenten primero solucionar su sintomatología con un tratamiento más conservador: sesiones de fisioterapia u osteopatía, realización de ejercicios y estiramientos específicos en casa, apuntarse a actividades como Pilates o Yoga, caminar…

Si con todo esto no mejora nada la clínica del paciente, si que valoraría la opción de pasar por quirófano. Pero, en mi opinión, antes de pasar por quirófano, valoraría estas opciones, ya que, es una intervención sencilla, pero toda operación conlleva algún tipo de riesgo.

Dismenorrea

Muchas mujeres, sobre todo adolescentes o mujeres jóvenes antes de haber dado a luz, días previos a la regla experimentan un dolor muy intenso. En algunos casos llega a ser incapacitante, impidiendo a la mujer llevar a cabo su vida laboral y social con normalidad.

Lo primero que tenemos que saber y desmitificar, es que esto no es normal.

Durante la menstruación, y los días previos, se produce una ligera inflamación en la zona pélvica. Ésto puede producir leves molestias en la zona lumbar, abdominal, zona baja de la pelvis…pero no debería pasar de ahí.

El ciclo menstrual es un proceso fisiológico normal, y como tal, no debería provocar un dolor que sea incapacitante, de la misma manera que hacer la digestión o respirar no lo es.

¿Qué es la dismenorrea?

Se trata de un dolor que aparece durante los primeros días de la menstruación, siendo agudo e intermitente. Está localizado en la parte baja del abdomen, y puede producir la incapacidad temporal de las mujeres que los experimentan.

Podemos clasificar la dismenorrea en dos grupos:

  • Dismenorrea primaria: dolor durante la menstruación sin que exista alteración en ninguno de los órganos pélvicos
  • Dismenorrea secundaria: dolor durante la menstruación asociada a algún tipo de lesión en los órganos pélvicos (quistes ováricos, miomas…) o que aparece después de alguna cirugía

¿Qué está causando el dolor durante la menstruación?

En caso de ausencia de lesión de los órganos pélvicos, parece ser que las principales responsables del dolor, van a ser las prostaglandinas. Éstas son sustancias inflamatorias, que durante los días del sangrado, experimentan un pico en su producción. La excesiva presencia de prostaglandinas, y su liberación al torrente sanguíneo, van a producir isquemia en la zona pélvica. Ello va a provocar contracciones uterinas fuertes y calambres musculares, lo que se va a traducir en dolor.

A nivel médico…

Abordarán el problema de dos maneras:

  • Con antiinflamatorios no esteroideos (AINES), como el Ibuprofeno
  • Anticonceptivos orales (la píldora)

En cualquiera de los dos casos, el dolor va a desaparecer. Sin embargo, además de todos los efectos secundarios que tienen cualquiera de los dos, lo único que estamos haciendo es camuflar el problema. Con los AINES baja el pico de inflamación y deja de doler; con la píldora, como no hay ovulación, no hay menstruación, y por tanto, deja de doler.

Pero…

Si estas opciones no nos interesan, y queremos ir un poquito más allá, tenemos muchas más opciones:

  • Cambios en la dieta: puesto que esos días va a haber un aumento de inflamación, lo mejor va a ser evitar alimentos proinflamatorios (carnes rojas, embutidos, procesados…) y cambiarlo por un mayor consumo de fruta y verduras
  • Hacer ejercicio físico: como consecuencia de la actividad física, se necesita mayor aporte sanguíneo en la musculatura implicada, disminuyendo así la concentración de sangre con prostaglandinas en la zona pélvica. Además, con la práctica de ejercicio, se produce un aumento en los niveles de endorfinas, hormonas que nos van a hacer sentir bienestar
  • Tratamiento fisioterapéutico y osteopático:
  1. Kinesiotape: tiras elásticas de algodón, que se van a colocar en la parte anterior del abdomen y en la zona lumbopélvica, para actuar sobre la zona uterina. Esto va a provocar analgesia, drenaje de la zona, normalización del tono muscular y mejorando la circulación
  2. Masaje: para eliminar los calambres y contracturas  musculares que aparecen en la zona lumbar y aductora  como consecuencia del espasmo muscular
  3. Osteopatía: actuando a nivel del sacro, vértebras de D10 a L4, tratamiento del diafragma, tratamiento craneal para valorar y corregir la SEB…

En resumen…

No podemos asumir como normal el tener una vez al mes un dolor tal que nos incapacite, nos impida ir al trabajo, o nos haga permanecer en cama esos días. El ciclo menstrual es normal, no debe ser un proceso patológico.

Además de los tratamientos más «tradicionales» que seguramente muchas conocíais, existen otras alternativas de tratamiento, que además de no tener efectos secundarios, van a la causa del problema.

Cefaleas

¿Qué es la cefalea?

La cefalea, o dolor de cabeza, es el tipo de dolor más frecuente entre la población. Casi todo el mundo ha tenido alguna vez algún tipo de dolor de cabeza.

Hay que tener en cuenta que existen muchos tipos de dolor de cabeza, variando en su localización, intensidad, síntomas que lo acompañan… Esto nos va a dar mucha información de la causa que desencadena dicho dolor.

Es interesante tener esto en cuenta, ya que no todos los dolores de cabeza se tratan igual.

En este artículo, vamos a hablar de los principales dolores de cabeza que existen, cuáles son los factores que los están desencadenando y cómo se pueden tratar. ya que con la fisioterapia y la osteopatía podemos disminuir la intensidad, o incluso, hacer que desaparezca por completo el dolor.

Tipos de cefaleas

Cefalea tensional

Es un dolor de cabeza que comienza en la zona de la nuca, se extiende hacia los lados de la cabeza y puede llegar a la frente. Está ocasionado por tensión y rigidez muscular en la zona cervical, sobre todo la musculatura suboccipital; músculos de los hombros, y de la región dorsal. Va a ser de las cefaleas que mayor mejoría experimentan con un tratamiento desde de la fisioterapia, relajando dicha musculatura.

Migraña

Muy frecuente y complicada de tratar. El porqué de esta dificultad se encuentra en que es complicado el diagnóstico exacto de la migraña. Esto es debido a que ésta puede estar desencadenada por diversos factores: causas hormonales, ciertos alimentos (queso curado, chocolate negro, vino…), estímulos luminosos intensos…

El dolor migrañoso se caracteriza por comenzar en un lado de la cabeza (generalmente en el lateral o el ojo) sintiendo la persona una fuerte punzada. El dolor rápidamente se extiende al resto de la cabeza.

Generalmente, antes de comenzar el dolor la persona puede tener un pródromo, conjunto de síntomas que siempre preceden al inicio de la migraña, como por ejemplo notar debilidad en miembros superiores, ver destellos luminosos… Otra característica importante, es que en ciertas personas, la migraña viene acompañada de síntomas neurovegetativos: nauseas, vómitos, fotofobia… El tratamiento principal es químico.

Sin embargo, con técnicas de osteopatía craneal el paciente puede experimentar una mejoría importante, sobre todo en los días posteriores a la crisis, ayudando a la completa recuperación del paciente.

Es importante señalar, que ni con la medicación ni con la osteopatía se puede curar por completo la migraña. Porque al ser tan complicado diagnosticar cual es exactamente el factor desencadenante, no podemos eliminarlo. Además de que no se puede predecir con exactitud cuando se va a producir la siguiente crisis. El tratamiento osteopático ayudaría a mejorar los síntomas postcrisis.

Cefalea sinusal

Dolor en la cabeza y en la zona facial, causado por congestión o inflamación en los senos. Los senos son cavidades aéreas que hay en los huesos craneales, que pueden llenarse de moco después de periodos de alergia o de resfriado. El dolor se va a localizar en la frente, detrás de los ojos y/o zona de los pómulos. Empeora cuando la persona se inclina hacia delante, y se acompaña de un aumento de secreciones, de color amarillo intenso o verdoso. Además de antibiótico para eliminar la infección, con técnicas de osteopatía craneal, se ayuda en el drenaje de los senos, eliminando así cualquier resto de moco en los mismos.

Cefalea por problemas temporomandibulares

Dolor de cabeza, sobre todo en la zona de las sienes. El dolor está provocado por problemas en la articulación de la mandíbula y musculatura de alrededor. La persona aprieta dicha musculatura, contracturándola, y provocando como consecuencia dicho dolor de cabeza.

Al igual que la cefalea tensional, desde un abordaje fisioterapéutico y osteopático se puede conseguir una gran mejoría, pudiendo llegar a la desaparición completa de los síntomas.  https://fisioyosteolasrozas.com/2021/05/04/problemas-de-mandibula-que-son-y-como-tratarlos/

Cefalea por tensión membranosa

El cerebro está envuelto por tejido conjuntivo, que actúa como si fuera un estuche, protegiéndolo frente a impactos y ayudando en su correcto funcionamiento. Dicho tejido puede «tensarse» o «contracturarse» de forma similar a un músculo. Esto va a provocar un dolor de cabeza, que se caracteriza por ser de tipo compresivo: la persona va a sentir sensación de opresión alrededor de la cabeza, como si tuviera un gorro que le apretase mucho. El mejor tratamiento en este caso, es la osteopatía craneal.

Existe un tipo de cefalea, causada por una disminución en el riego sanguíneo

Esto se debe a un estrechamiento en el calibre de los vasos que aportan sangre al interior del cráneo. Dicho estrechamiento va a estar provocado por tensiones en la musculatura y tejidos de la zona más próxima a la base del cráneo.

En este caso, la persona tiene una sensación de que la cabeza pesa mucho, como si tuviese una losa encima de la misma. La explicación es que en el interior del cráneo se acumula sangre «sucia» y no deja que entre sangre «limpia» con oxígeno y nutrientes. Dará como resultado esa sensación de congestión. Al igual que en el caso anterior, el mejor tratamiento es con un abordaje osteopático y fisioterapéutico.

No solo existen este tipo de cefaleas.

Hay muchos más, como la cefalea por hipertensión arterial, cefalea causada por problemas visuales, cefalea que aparece después de hacer ejercicio… Pero en estos casos, no podemos ayudar al paciente. Requiere de un abordaje médico acompañado de cambios en el estilo de vida.

En resumen…

Cuando sufrimos un dolor de cabeza, es importante intentar recopilar la mayor información posible sobre cómo es ese dolor, cómo empezó, si aumenta o disminuye de alguna forma… Según esto, podemos valorar la opción de tratamiento que más nos puede ayudar.

Embarazo y fisioterapia

En este último año, seguramente como consecuencia del confinamiento, hemos experimentado un ligero aumento en el número de embarazos.

Hoy en día, tenemos acceso a innumerables fuentes de información: libros, revistas, Internet, canales de YouTube… Esto se traduce en que antes de que la mamá haya alcanzado su primer trimestre, la pareja ha recopilado cantidad de información sobre tipos de parto, ventajas de la lactancia materna, si es mejor coger al bebé cuando llora o dejar que se calme solo, qué tipo de alimentación debe llevar la mamá…

Todo esto está genial, pero no podemos olvidar que el cuerpo de la gestante está experimentando importantes cambios físicos y hormonales. Por tanto puede que en ocasiones, la mamá experimente esas «molestias típicas del embarazo»: dolor de espaldahinchazón de pies y piernasmolestias en la zona de la pelvisciática

Pues bien, tan importante es que sepamos cuidar bien a nuestro bebé cuando nazca, como que durante esta etapa os cuidéis y miméis.

No sois quejicas, ni ñoñas si os molesta la lumbar, se os carga la zona del cuello, etc. Todo es consecuencia de los cambios que el crecimiento de vuestro bebé está provocando en vuestro cuerpo.

¿Cómo os podemos ayudar desde la fisioterapia y la osteopatía durante el embarazo?

Vamos a empezar hablando de las molestias más típicas, ordenadas (más o menos, ya que cada embarazada es diferente) por orden de aparición según el trimestre:

Primer trimestre

Los principales síntomas que puede experimentar la mujer (molestias e hinchazón de mamasnauseasvómitos…) van a deberse a cambios hormonales.

Es el trimestre más crítico. Si la mujer no ha practicado antes de quedarse embarazada deportes como el Pilates y el Yoga, sería bueno esperar hasta la semana 12 de embarazo para realizarlos.

 

 

 

Segundo trimestre 

Se conoce como trimestre energético. La mamá va a experimentar una mejoría: las nauseas y vómitos suelen desaparecer, y también la sensación de cansancio y somnolencia típica de las primeras semanas.

Sin embargo, el cuerpo empieza a experimentar mayores cambios físicos, y como consecuencia, pueden empezar a aparecer dolores en la zona interescapular y de los hombros debido al aumento en el tamaño del pecho, la mujer puede empezar a sentir dolor en la zona lumbardolor de ciática ocasional… Todas estas molestias, además de con sesiones de fisioterapia y osteopatía, pueden mejorar con la práctica de Pilates, natación…

Tercer y último trimestre

La mujer ya puede empezar a sentirse muy pesada y molesta. Debido al aumento en el tamaño de la tripa, la mujer suele experimentar dolor en la zona lumbar y glútea, dolor dorsalpesadez y congestión de la pelvis, e hinchazón en las piernas y pies.

En este trimestre es en él que más podemos ayudar a estas mujeres con sesiones de masaje, ejercicios de movilidad pélvica con el fitball, sesiones de drenaje para disminuir el edema en los pies…     

No podemos olvidarnos de ir preparando al suelo pélvico para el parto con los masajes perineales.

Por tanto, aprovechad esos meses de embarazo para cuidaros física y mentalmente, y así estar fuertes para cuando vuestro bebé nazca.

Pilates a domicilio

¿Qué mejor en esta época que ponerte en forma sin salir de casa?
Clases de pilates de 1hora de duración, enfocadas a la prevención de lesiones, recuperación postparto o simplemente hacer deporte sin salir de casa.
Clases individuales, duales o grupales reducidas

Fisioterapia especial para los mayores

Como ocurre con los niños, los más mayores tienen sus patologías características y necesitan de un enfoque distinto en el tratamiento. No dudes en acudir a un fisioterapeuta si sufres de dolencias reumáticas, dolores musculares, inflamación de piernas, o si necesitas llevar a cabo un programa de rehabilitación porque has sido operado

Fisioterapia para los más peques

Ya desde sus primeras horas de vida desde la Fisioterapia y la Osteopatía podemos ayudar mucho a vuestros peques. No dudéis en contactar para pedir información si vuestro bebé sufre de cólicos, estreñimiento, tortícolis congénita, bronquiolitis y otros problemas respiratorios, o simplemente estáis interesados en llevar a cabo una revisión para comprobar que todo está bien