Muchas mujeres, sobre todo adolescentes o mujeres jóvenes antes de haber dado a luz, días previos a la regla experimentan un dolor muy intenso. En algunos casos llega a ser incapacitante, impidiendo a la mujer llevar a cabo su vida laboral y social con normalidad.
Lo primero que tenemos que saber y desmitificar, es que esto no es normal.
Durante la menstruación, y los días previos, se produce una ligera inflamación en la zona pélvica. Ésto puede producir leves molestias en la zona lumbar, abdominal, zona baja de la pelvis…pero no debería pasar de ahí.
El ciclo menstrual es un proceso fisiológico normal, y como tal, no debería provocar un dolor que sea incapacitante, de la misma manera que hacer la digestión o respirar no lo es.
¿Qué es la dismenorrea?
Se trata de un dolor que aparece durante los primeros días de la menstruación, siendo agudo e intermitente. Está localizado en la parte baja del abdomen, y puede producir la incapacidad temporal de las mujeres que los experimentan.
Podemos clasificar la dismenorrea en dos grupos:
- Dismenorrea primaria: dolor durante la menstruación sin que exista alteración en ninguno de los órganos pélvicos
- Dismenorrea secundaria: dolor durante la menstruación asociada a algún tipo de lesión en los órganos pélvicos (quistes ováricos, miomas…) o que aparece después de alguna cirugía
¿Qué está causando el dolor durante la menstruación?
En caso de ausencia de lesión de los órganos pélvicos, parece ser que las principales responsables del dolor, van a ser las prostaglandinas. Éstas son sustancias inflamatorias, que durante los días del sangrado, experimentan un pico en su producción. La excesiva presencia de prostaglandinas, y su liberación al torrente sanguíneo, van a producir isquemia en la zona pélvica. Ello va a provocar contracciones uterinas fuertes y calambres musculares, lo que se va a traducir en dolor.
A nivel médico…
Abordarán el problema de dos maneras:
- Con antiinflamatorios no esteroideos (AINES), como el Ibuprofeno
- Anticonceptivos orales (la píldora)
En cualquiera de los dos casos, el dolor va a desaparecer. Sin embargo, además de todos los efectos secundarios que tienen cualquiera de los dos, lo único que estamos haciendo es camuflar el problema. Con los AINES baja el pico de inflamación y deja de doler; con la píldora, como no hay ovulación, no hay menstruación, y por tanto, deja de doler.
Pero…
Si estas opciones no nos interesan, y queremos ir un poquito más allá, tenemos muchas más opciones:
- Cambios en la dieta: puesto que esos días va a haber un aumento de inflamación, lo mejor va a ser evitar alimentos proinflamatorios (carnes rojas, embutidos, procesados…) y cambiarlo por un mayor consumo de fruta y verduras
- Hacer ejercicio físico: como consecuencia de la actividad física, se necesita mayor aporte sanguíneo en la musculatura implicada, disminuyendo así la concentración de sangre con prostaglandinas en la zona pélvica. Además, con la práctica de ejercicio, se produce un aumento en los niveles de endorfinas, hormonas que nos van a hacer sentir bienestar
- Tratamiento fisioterapéutico y osteopático:
- Kinesiotape: tiras elásticas de algodón, que se van a colocar en la parte anterior del abdomen y en la zona lumbopélvica, para actuar sobre la zona uterina. Esto va a provocar analgesia, drenaje de la zona, normalización del tono muscular y mejorando la circulación
- Masaje: para eliminar los calambres y contracturas musculares que aparecen en la zona lumbar y aductora como consecuencia del espasmo muscular
- Osteopatía: actuando a nivel del sacro, vértebras de D10 a L4, tratamiento del diafragma, tratamiento craneal para valorar y corregir la SEB…
En resumen…
No podemos asumir como normal el tener una vez al mes un dolor tal que nos incapacite, nos impida ir al trabajo, o nos haga permanecer en cama esos días. El ciclo menstrual es normal, no debe ser un proceso patológico.
Además de los tratamientos más «tradicionales» que seguramente muchas conocíais, existen otras alternativas de tratamiento, que además de no tener efectos secundarios, van a la causa del problema.